Vista parcial de la Calle Sierpes |
Se sitúa en el centro de la ciudad, comenzando en la plaza de la Campana, donde se ubica la famosa confitería La Campana, y terminando en la plaza de San Francisco, donde a su vez se halla el Ayuntamiento.
La calle Sierpes está llena de comercios, reconocidas confiterías, cafeterías, tabernas, librerías, relojerías, que atraen bien para realizar unas compras o bien para tapear o tomar una café. Pero hay también personas, entre las que me incluyo, que pasear y ver el bullicio de esta calle es un autentico placer. También pueden encontrarse estatuas humanas, mimos, músicos, pintores que dar todavía más color y originalidad.
Con la llegada de la primavera y el buen tiempo, hasta la finalización del verano, se colocan toldos a la altura de las azoteas, quedando ésta, y otras calles próximas, completamente entoldadas, lo que produce una sensación de alivio, al tiempo que resguarda del calor a los viandantes.
Leyenda: una serpiente enorme que habitaba en sus alcantarillas era la devoradora de muchos niños que comenzaron a desaparecer, aunque en un principio las culpas se dirigían a los judíos y sus prácticas sacrílegas, cierto día un esclavo que ansiaba la libertad dijo que conocía la causa de tantas desapariciones, pero que sólo lo diría si a cambio le concedían la libertad, cosa que se le prometió, entonces les condujo a una alcantarilla cercana a la Cárcel Real y le enseñó los restos de una inmensa serpiente muerta rodeada de cuerpos y esqueletos infantiles.
Accesibilidad:
- Toda la calle se encuentra a cota cero. No tiene ningún obstáculo que impida la movilidad.
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